miércoles, 10 de marzo de 2010

Alejandro Gamboa, el burro hablando de orejas, De priísta a pevemista, perredista y hoy panista









"...no visualizo una coalición con ese partido (el PAN) porque nuestros intereses no son los mismos, las ideologías no encajan..."


Alejandro Gamboa, el burro hablando de orejas

De priísta a pevemista, perredista y hoy panista

Con el descaro político y la ausencia de ideología que ha caracterizado a Alejandro Gamboa López, sedicente "líder" del PRD estatal, acusó de traición al PRI sin sustento alguno. El ex priista manifestó a un medio local que "habría de reflexionarse el voto de la traición emitido por el tricolor contra el pueblo de Chiapas, al oponerse a la reforma electoral que permitiría ahorrar recursos que se destinarían a obras sociales." Y agrega Gamboa López: "Mientras los partidos políticos se solidarizan para que los recursos públicos que se ahorrarían con la reforma electoral fueran destinados para los hermanos de la Costa, Istmo, Sierra, afectados por el Stan, el Revolucionario Institucional votó por el poder económico y la lucha, dejando a un lado los intereses que nos deben unir a los chiapanecos."

De que los hay los hay. El burro hablando de orejas. Alejandro Gamboa jamás se ha caracterizado precisamente por la lealtad política ni la moral pública, y además desconoce en absoluto lo que es definición ideológica. Y por supuesto no alcanza a distinguir entre encubrimiento y conciencia republicana. Alejandro Gamboa es el menos autorizado para hablar de honestidad y condenar traiciones. El muchacho viene exactamente de la traición. Ha circulado por todos los colores partidarios. Comenzó como cargamaletas de Julián Nazar en el PRI en una época en que era recalcitrante priista a la vez que consumado madracista. Sólo que en su paso por el Revolucionario Institucional que hoy denosta, no se distinguió por sus prendas intelectuales. A Gamboa López siempre se le identificó como porro armado cada vez que las huestes de su jefe Julián Nazar decidían sitiar el edificio de Santo Domingo. Quién no recuerda a Gamboa López en funciones de gendarme en la puerta de la sede del PRI para impedir el acceso de los que ahí laboraban. Venido de la nada, su escasa figura la suplía cuando permitía que alguno de los funcionarios priístas pudieran entrar en sus oficinas a consultar -que no a sacar- documentación con el permiso del entonces priísta metido a porro partidario.

Durante la campaña de José Antonio Aguilar Bodegas, Alejandro Gamboa fue un incansable promotor del voto y fervoroso joseanista. Terminada la contienda electoral se refugió en el estado de México a donde en el municipio de Atizapán de Zaragoza fue regidor con la protección del emblemático Tucán del Partido Verde Ecologista. Fiel a sus traiciones, poco después Gamboa López se mudó al PRD, partido en el que con una elección amañada bajo el signo del fraude se convirtió en su dirigente espúreo. Y hoy de nuevo vuelve a las andadas y a su acostumbrada inconsistencia personal, ideológica y política. Apenas el 17 de febrero declaró textual: "...no visualizo una coalición con ese partido (el PAN) porque nuestros intereses no son los mismos, las ideologías no encajan..." Más tardó gamboita en condenar las alianzas que en emitir un comunicado conjunto con Carlos Palomeque Archila, presidente del PAN estatal, para anunciar a la militancia y a la ciudadanía que la alianza PAN-PRD está prevista para los 118 municipios y los 24 distritos electorales.

Así Gamboa López agrega una traición más a su cadena de ingratitudes. Acepta y justifica la coalición con el PAN, enemigo histórico del cardenismo, creado en 1939 para combatir la sucesión presidencial del general Lázaro Cárdenas. Pero además, el PAN votó en 1988 en el colegio electoral para avalar la presidencia de Carlos Salinas e impedir el ascenso de la izquierda representada por Cuauhtémoc Cárdenas desde el Frente Democrático Nacional. En esas circunstancias históricas se coaliga Alejandro Gamboa con el PAN en Chiapas, al que a su presidente Felipe Calderón se le ha negado legitimidad de gobiernos perredistas como el de Marcelo Ebrard o dirigencias de la izquierda como cuando Cuauhtémoc Cárdenas calificó el triunfo de Vicente Fox en términos de una desgracia nacional. Va pues Alejandro Gamboa desde el PRD como panista encubierto aunque "nuestros intereses no son los mismos y las ideologías no encajan..." Todo un pronunciamiento para la historia política y de práctica antidemocrática para fusionar a la izquierda con la derecha.

Promotor del pablismo y sin conciencia republicana, Alejandro Gamboa ha exonerado a Pablo Salazar y se puesto del lado de la ilegalidad. Ningún ahorro de recursos públicos justifica una violación Constitucional. No hay permiso en la Carta Magna para suspender un proceso electoral. El alegato y el ejemplo de Gamboa López de que los dineros de la elección servirían para los damnificados de Stan son en extremo desafortunados y fuera de lugar. La elección del 4 de julio ha sido manipulada en sus cifras. Hay versiones de que su costo va de los 300 a los 800 millones de pesos. Independientemente de cualquiera que sea el monto, resulta ínfimo comparado con la rapiña que protagonizó Pablo Salazar.

Hasta hoy se sabe que las irregularidades en el ejercicio de los dineros del Stan, llega a los 11 mil 700 millones de pesos. Por eso gamboita en vez de tartamudear para justificar la no elección, debería pronunciarse para pedir que Pablo Salazar regrese lo que se robó de los damnificados del 4 de octubre de 2005 en vez de querer obstruir un proceso electoral. Si Gamboa López no lo hace, entonces evidencia el cochupo entre Pablo Salazar, el PRD y el ojón Jesús Ortega.

Y antes de opinar sobre lo desconocido, Alejandro Gamboa debería de ir a la escuelita, -aunque sea la de Jorge Ortiz de Pinedo- cuando menos para que entienda que un proceso electoral no puede suspenderse. Según el artículo 115 Constitucional, la elección de los ayuntamientos será popular y directa. Ello quiere decir que sólo es permisible nombrar a los presidentes municipales y su cuerpo edilicio con el voto soberano de los electores. Los Concejos Municipales caen en los casos de excepción y no procede su nombramiento a través del Congreso del Estado. Y por lo que respecta a los diputados locales, el artículo 116 de la Carta Magna ORDENA (así con mayúsculas) que la elección de los miembros de las legislaturas de los estados, será mediante sufragio universal, libre, secreto y directo.

La ignorancia es mala consejera. Hasta donde se sabe Gamboa López arañó apenas las aulas preparatorianas. De ahí que ponerse a opinar sobre temas constitucionales complicados es una temeridad que mal informa a la ciudadanía. Es pues por su minibiografía que Alejandro Gamboa está inhabilitado de origen para pronunciarse sobre traición y constitucionalidad. Tiene dos enormes pasivos imposibles de superar: su estirpe política proclive a la traición y la supina ignorancia que lo ha acompañado toda la vida.

Es obvio que si el burro no puede hablar de orejas, Alejandro Gamboa López está impedido para hablar de lealtad y legalidad. Ampliaremos...

Creditos:  Roberto Dominguez Cortes
Medio: Cuarto Poder
Chiapas, Mexico








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