Chiapas, México a 7 Septiembre de 2011.
A la sociedad civil en México y en el mundo.
A nuestras hermanas y hermanos zapatistas.
A nuestr@s compañer@s de La Otra Campaña y de la Zezta Internazional.
A los Organismos de Derechos Humanos Independientes y No gubernamentales.
A las organizaciones sociales, políticas, redes nacionales e Internacionales.
A tod@s l@s que luchan por un mundo otro.
Vivimos en guerra desde hace mucho tiempo, es la guerra del sistema de ganancia y muerte, es un sistema que llega a todos lados de nuestro mundo, que lastima y destruye a nuestra Madre Tierra, que nos obliga a sobrevivir como podemos, donde no somos personas sino estadísticas o indicadores, o simples víctimas de enfermedades o de daños colaterales. Sabemos que este sistema esta presente en la ciudad o el campo, en la montaña o en la costa. Mucha gente y muchos pueblos, a lo largo de la historia, lo han resistido y nos han heredado valientes recuerdos y tradiciones de coraje y libertad. Pero nunca como ahora, este sistema había podido ser tan voraz tan autodestructivo, nunca había tenido tantos servidores, ni tanto despojo, desprecio, represión.
Desde todos los rincones de nuestro México, llegan las voces y los gritos de dolor y de pobreza, de hambre y de injusticia, la impunidad y la violencia pasea por nuestros pueblos y barrios. Nosotras y nosotros los mexicanos estamos desangrándonos y nuestra madre tierra sufre la ambición de los poderosos y malos gobiernos.
La guerra de colonización y despojo esta más presente que nunca a más de 500 años, “la seguridad y el desarrollo económico y el estado de derecho y la gobernabilidad” son vacías palabras para llamarle a nuestro asesinato y encarcelación, al robo de nuestras tierras y nuestro trabajo, a la tortura diaria de no tener lo necesario para dar de comer a nuestras familias, de estar siempre al borde de morir de hambre o por los operativos de seguridad estatales o federales.
El despojo de nuestra Madre Tierra, de nuestros territorios, de nuestras tierras recuperadas, de los recursos que en ella están. Nos engañan con certificaciones y desmantelan nuestra tradición y nuestro modo colectivo y comunitario de vivir junto y con la Madre Tierra. Nos obligan al desplazamiento o a la migración, a ir a las ciudades, a perder pues nuestro modo de vida. Venden al mejor postor el agua, la energía eléctrica, el petroleo, los minerales, la fuerza de trabajo, la vida misma.
Esta guerra, no es sólo la desastrosa guerra contra el “crimen organizado” (el mal gobierno es también una forma de crimen organizado), es la guerra contra la gente y sus luchas por una vida digna. Es guerra contra la gente que no esta de acuerdo en ser continuamente pisoteada y tratada como mercancía o como delincuente. Esta historia, se repite en muchas historias de injusticia e impunidad.
La persecución y la represión es la forma en que el gobierno de cualquier nivel enfrenta a los pueblos que se organizan para defender su tierra y sus recursos. Las cárceles se llenan no sólo de delincuentes, sino de gente que quería un pan para sus hijos, que no tuvo oportunidad de un proceso justo, de presos políticos, de luchadores sociales. En México, ser un defensor de los derechos humanos o luchador social es un trabajo que hoy en día se ha vuelto peligroso. Los que trabajan en temas que van desde asuntos relacionados al medio ambiente, a los derechos de las mujeres, los campesinos, los periodistas, migrantes, los indígenas. Diariamente reciben amenazas a su integridad física, psicológica y la de sus familias y esta situación cada día va empeorando.
En México, existen muchos intereses económicos, hay una pugna por vender y poseer sus recursos. Lo que les estorba en sus planes por el poder y el dinero, son los pueblos que defienden su forma de vida y su trabajo, que viven y cuidan sus recursos, sus tierras, su agua.
En estos largos años que hemos estado aprendiendo y resistiendo, poco a poco reencontrando las enseñanzas de nuestros abuelos, de nuestros mayores, de nuestros hermanos. Tiempos en los que hemos luchado por organizarnos, por ser conscientes y libres. Caminos en los que hemos encontrado a otros y otras que también luchan.
En nuestro estado de Chiapas, la realidad es un reflejo de lo que sucede en todos los rincones de nuestro país, el gran sistema económico y sus beneficiarios tienen sobre los recursos de nuestra madre tierra, nuestros territorios y aguas y fuerza de trabajo, una guerra de apropiación y de exterminio: para minas, presas, siembras de monocultivo para agrocombustibles, proyectos ecoturísticos o robo por intereses de las mafias políticas locales o para dividir las fuerzas de las comunidades.
Hoy más que nunca sigue vigente el llamado de nuestros herman@s zapatistas al YA BASTA!, hoy más que siempre la guerra es total y no conocen más freno los poderosos que el de sus propias ambiciones, los malos gobiernos sólo administran lo que les dictan los grandes intereses, mientras juegan al poder y a enriquecerse mientras pueden. Así se van apropiando de nuestros recursos y cansando nuestras mejores fuerzas… pero también nuestra paciencia.
Nosotras y nosotros habitantes originarios y campesinos, pescadores, trabajadores todos y todas de esta tierra chiapaneca, organizados en pueblos, barrios, comunidades, colonias, pesquerías, colectivos, organizaciones; que hemos hecho nuestra la Sexta Declaración de la Selva Lacandona y participamos en La Otra Campaña. Nos manifestamos y organizamos para detener esta guerra del mal gobierno contra la Madre Tierra y contra la lucha social por una vida digna. Basta de criminalización y desprecio, de encarcelamiento y represión, de asesinato y tortura para para los pueblos en Chiapas y en México.
No estamos dispuestos a rendirnos ante la injusticia. Queremos seguir trabajando por nuestra autonomía y nuestra autodeterminación como pueblos.
Por todo lo anterior vamos a iniciar una Campaña llamada, ALTO A LA GUERRA CONTRA LA MADRE TIERRA Y SUS PUEBLOS, con los siguientes objetivos:
1. Detener el proceso de despojo que viven los pueblos organizados dentro de La Otra Campaña, por los planes económicos federales o estatales y los grandes intereses transnacionales.
2. Denunciar la guerra de exterminio que sufren los pueblos zapatistas en su lucha por su Autonomía.
3. Detener la represión, criminalización y hostigamiento contra luchadores sociales y defensores de Derechos humanos en Chiapas.
4. Por la desmilitarización y la desarticulación de los grupos paramilitares.
5. Por la libertad de todos los Presos Políticos.
6. Por la defensa de la Madre Tierra.
Pueblos de La Otra Campaña en Chiapas.
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