Te la cobraste Peña Nieto
Te la cobraste Peña Nieto, no te
podías quedar con el madrazo que tu mismo te propinaste cuando de forma
irreflexiva avalaste la represión en San Salvador Atenco (que se dio
cuando eras gobernador del Estado de México), ante un grupo de
universitarios en el campus de la Ibero que de inmediato te respondió
con el repudio que merecías.
Ahora, a manera de desquite les piensas
meter miedo, piensas cobrarles el miedo que te hicieron pasar y que se
reflejaba en tus ojos en esa tarde que te refugiaste en los baños del
campus, como ratón en su ratonera.
Al parecer el 1 de diciembre todo
lo tenían bien planeado. Se consiguieron grupos de choque que, de
acuerdo a las imágenes y videos que ya andan circulando en las redes
sociales, convivieron y convinieron con los granaderos atrás de las
vallas; ahí se pusieron de acuerdo. Ellos fueron los que iniciaron los
destrozos. Se necesitaban para poder justificar los arrestos, las
golpizas, las arbitrariedades en contra de decenas de estudiantes que de
manera pacífica fueron a mostrarte ese mismo repudio. Los granaderos
agarraron parejo, no les importó agredir a mujeres, amas de casa,
ancianos, maestros y estudiantes. Ese es tu gobierno democrático, de
violencia que no discrimina a nadie.
A la protesta respondiste con
balas de goma, de esas que según tu secretario de Gobernación, nunca
llevaron los granaderos. Pero fue una bala de goma la que le sacó el ojo
a un joven que vivió para contarlo, para echarles en cara su agresión,
sus abusos, su represión.
Y todavía insistes en calificar de
delincuentes a aquellos a quienes tienes miedo. Y hasta piensas
mantenerlos encerrados por lo menos los seis años que dure tu
administración, si es que dura eso, porque ya tus empleados empezaron
por echarte de cabeza con esa acción concertada y perversa que sólo te
hace ver como represor. Porque tú eres el verdadero responsable. La
violencia, la represión, los abusos, las detenciones arbitrarias se
dieron cuando tú ya eras presidente de la República. Así que si hay que
señalar a alguien, te señalamos a ti.
Debiste, al momento que te
enterabas de los que estaba sucediendo, detener la represión. Pero no lo
hiciste porque tus asesores no te lo recomendaron, porque ya nos irá
quedando claro que tú sólo llegaste para ser un simple actor de reparto,
el muchacho guapo de la película chicha que se filmará en los estudios
de Televisa San Ángel.
Y ahora haces como si la virgen te hablara,
como si nada hubiera pasado, como si de verdad creyeras a tu jauría de
aduladores que te juran por la Santa Cruz que tu toma de posesión
resultó ser tersa. Eso se esperaría de un hombre con tu inteligencia.
Ahora mandas a los granaderos a rodear las instalaciones de la UNAM.
Es tan evidente el miedo cuando éste busca refugio en la violencia.
Pero ni siquiera creo que sea rencor lo que sientes, en este país sólo
Pedro Páramo fue un rencor vivo y lo tuyo no pasa de ser un capricho, un
simple desquite, una recomendación de alguno de tus asesores, o de tus
funcionarios.
Pero tienes la oportunidad de dar una vuelta de
tuerca, de mandar a volar a todos esos que te quieren echar de cabeza y
tomar decisiones basadas en la nobleza de un verdadero gobernante y no
en los caprichos de un tirano.
Tú sabes que no puedes repetir un 68
sin que los costos históricos se abonen a tu cuenta. Sabes también que
en este país el nombre de Gustavo Díaz Ordaz se relaciona siempre con el
de la matanza. ¿Quieres que en adelante tu nombre este vinculado a la
represión? Entonces sigue como vas.
Armando Ortiz aortiz52@hotmail.com
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