Comprueban en Cuba eficacia del veneno de alacrán
(tomado de La Jornada)
La
Habana, 28 de septiembre. Cuba presentó por primera vez en público dos
casos de reducción de tumores cancerígenos y mejoría de la calidad de
vida en pacientes que durante un periodo de su tratamiento sólo
recibieron un medicamento de origen natural, extraído del veneno de
alacrán.
“El uso de una solución natural de veneno del escorpión Rhopalurus
junceus mejora la calidad de vida de los pacientes con tumores
cerebrales, disminuye la lesión y es seguro”, informó la doctora Niudis
Cruz Zamora, en un informe de investigación al segundo congreso del
Grupo Empresarial de Producciones Biofarmacéuticas y Químicas
(Labiofam), que sesionó aquí esta semana.
Tras la aplicación del medicamento "no se reportó ninguna reacción
adversa", señaló la doctora Cruz Zamora, especialista de primer grado en
medicina integral.
Los casos son los de un niño y una niña que
fueron atendidos en el hospital pediátrico Juan Manuel Márquez de La
Habana, con tumores de tallo encefálico (un astrocitoma grado dos y un
glioma difuso, respectivamente).
Esos casos "se consideran entre los más agresivos en la población
pediátrica y tienen mal pronóstico", informó al auditorio la doctora
Martha Caridad Ríos Castillo, especialista de segundo grado en
neurocirugía, también ponente en el reporte.
Labiofam estudia la toxina, con la cual produce un medicamento
homeopático. Desde hace una década su equipo médico atiende a pacientes
de cáncer y ha informado de casos de supervivencia y reducción del dolor
al emplearse la sustancia junto con el tratamiento convencional.
Sin embargo, los médicos de Labiofam no habían reportado hasta ahora
una experiencia en la cual se confirmara la reducción del tumor y una
mejoría en la calidad de vida relacionadas con el empleo del veneno como
único agente anticancerígeno durante un lapso del tratamiento.
Las especialistas que hablaron al congreso explicaron que el tipo de
tumores de los casos de estudio representa entre un 10 y un 20 por
ciento de los que afectan al sistema nervioso central en menores, en
particular entre los seis y los 10 años de edad.
La sobrevida depende del lugar de la lesión. En el tallo cerebral el
horizonte es de entre seis meses y un año a partir del diagnóstico. El
tumor puede alcanzar un gran tamaño antes de producir los primeros
síntomas, por lo cual el tratamiento suele aparecer en forma tardía.
De acuerdo con el informe, el primer caso es el de un niño de 5 años
de edad con antecedentes de buena salud hasta mayo de 2011, cuando
mostró dolores de cabeza, náuseas y vómitos.
Se le atendió como
una meningoencefalitis viral y tuvo una ligera mejoría, pero luego
empeoró. Se le internó en el hospital en septiembre de 2011. Estaba
somnoliento, inestable y caminaba en zigzag. Se le descubrió el tumor e
hidrocefalia. Recibió medicación para los efectos colaterales, dos meses
de radioterapia y Cimaher (o Nimotuzumab, un anticuerpo monoclonal
humanizado).
A lo largo del tratamiento, el niño tuvo diversas reacciones
secundarias. Se le administró sólo el veneno de alacrán entre octubre de
2011 y abril de 2012.
Para observar su calidad de vida se usaron
escalas que miden de cero a 100 el desempeño de un niño (Lansky) y el
de un enfermo de cáncer (Karnofsky). En este caso, el paciente llegó con
un Lansky de 30 (postrado en cama, requirió asistencia total) y un
Karnofsky de 50 (necesitó de gran atención en cama menos de la mitad del
día).
Ahora sus indicadores han subido a un Lansky de 70 (algo de tiempo
para el juego, con restricciones) y un Karnofsky de 80 (actividad normal
con esfuerzo, con síntomas de la enfermedad).
La medición del
tumor, según los distintos cortes de observación, muestra disminuciones
que en un caso llega a los 10 milímetros (de 32.4 a 22.1). En un video
actual, el niño aparece con capacidad para seguir un objeto con la
mirada, mover a voluntad los músculos faciales, con algo de fuerza en
los brazos y puede caminar con ligeros desvíos.
Segundo caso
El segundo caso es el de una niña que
llega al hospital con 11 años, en 2008. Está cansada, le falta fuerza,
tiene dolores de cabeza y cae al caminar. La medicación para los
colaterales es igual al caso anterior. Además, tiene dos meses de
radioterapia y una única dosis de Nimotuzumab. Igual que el anterior,
presenta reacciones secundarias. Se ha mantenido durante tres años
solamente con la solución del Rhopalurus junceus.
Llega con un Lansky de 50 (postrada parte del tiempo, con algunas
capacidades para valerse por sí misma) y un Karnofsky de 50 (requiere
gran atención, en cama menos de la mitad del día). Sus indicadores
actuales son de 100 en ambos casos (normal, sin señales de la enfermedad
en las dos escalas).
En todos los cortes de observación del tumor hay disminuciones del
tamaño, en un caso de 17.9 milímetros (de 45.1 a 27.2). En el video la
niña aparece mostrando movimientos y reacciones normales. En el congreso
también se presentaron informes sobre otros cinco pacientes de cáncer
que mostraron mejorías con un tratamiento que incluyó la fórmula del
veneno de alacrán en combinación con otras terapias.
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Movimiento Mexicano de Solidaridad con Cuba
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