Patricia Chandomí.- En el 2005 Rosa López indígena tsotsil de San Cristóbal de
las Casas fue abandonada a su suerte junto con sus 5 pequeños hijos por
su esposo, Rafael López Gómez, quien decidió emigrar con una amante a
los Estados Unidos, en busca de mejores oportunidades de vida.
Sin tierra y sin tener noticias si Rafael logró su propósito, Rosa tuvo
que buscar trabajo vendiendo cosas en la calle, compraba ropa y la
revendía en las comunidades aledañas a San Cristóbal de las Casas, de
esta manera pudo darles sustento a sus 5 hijos sin ayuda de algún
familiar de su esposo, ni del esposo mismo.
Un año después, Rosa de 33 años, conoce a Alfredo López Jiménez, también
dedicado al comercio con quien establece una relación; a pesar de que
nunca contó con el apoyo de los familiares del esposo, uno de los tíos
de éste, de nombre Rafael Gómez Santiz, originario de Oshinam, municipio
de Mitontic al enterarse de que Rosa se había juntado con otro hombre,
llego a buscarla.
“Rosa tu eres mujer de mi sobrino, tu deber es esperarlo, aunque no
tengas noticias de él, tu lo debes esperar, para eso eres su mujer, sólo
las putas andan con otro hombre y no esperan a su marido, aunque se
haya ido con otra mujer a los Estados Unidos, tu eres su mera mujer y
algún día va a regresar” comentó “indignado” Rafael Gómez a Rosa.
A pesar de los constantes reproches del tío de su esposo, Rosa continúo
su relación con Alfredo, con quien se asoció para vender ropa y poder
mantener a sus cinco hijos.
La acusan de secuestro
La incipiente tranquilidad y estabilidad que experimentaba Rosa con
Alfredo, derivado de años de violencia doméstica que vivió al lado de su
antiguo esposo, Rafael López, fue abruptamente interrumpida debido a
una detención el 10 de mayo del 2007.
Sentada en una banca del parque, con un embarazo de 4 meses, Rosa sintió
aquel 10 de mayo, un golpe por la espalda cayendo al suelo, la persona
que la golpeó, rápido le levanto la blusa para envolverle el rostro.
Ella pudo percibir un grupo de hombres que les dijeron que estaban
detenidos, Alfredo solicitó ver la orden de aprehensión, a esta
solicitud, uno de los hombres le apunto con una pistola a la cabeza;
ambos fueron esposados y subidos a una camioneta.
Durante el trayecto, a Rosa le vendaron los ojos y la mantuvieron boca
abajo en la camioneta, uno de los hombres mantuvo un pie sobre su cuerpo
para evitar que se moviera.
Pasada una media hora, los sujetos bajaron a Alfredo para golpearlo,
Rosa seguía con los ojos vendados en la góndola de la camioneta, Rosa
escuchaba los lamentos de Alfredo debido a la golpiza propinada, unos
minutos más tarde, uno de los sujetos regresó para decir “el amante ya
confesó”.
Inicia la tortura para obligarla a autoinculparse
Después regresaron a Alfredo a la camioneta y los llevaron a otro lugar,
ahí bajaron a Rosa quien seguía con los ojos vendados, le ordenaron que
se sentara en el suelo, hubo un silencio y al rato regresaron unos
sujetos, uno de ellos le dijo “¿Así que esta es la perra que secuestró a
la muchacha?, a la par, la agarro del pelo y le dio una cachetada.
“¿dónde tienes a la muchacha?, confiesa perra, ¿dónde está Claudia
Estefania?, no te hagas pendeja tu la tienes secuestrada” le inquirió el
sujeto mientras le seguía golpeando la cara.
Cuándo le volvieron a preguntar por Claudia Estefania, Rosa contestó
“pues ha de estar en su casa”, por dar esta respuesta, le pusieron un
trapo mojado y una bolsa de plástico en la cabeza y le dijeron “cuando
quieras confesar que eres culpable mueve la cabeza”.
Mientras la asfixiaban, escuchó que uno de los hombres le dijo a otro
“pásame ese palo que está ahí” y comenzaron a pegarle con el, en el
estómago, insistiendo acerca del paradero de Claudia Estefania, Rosa les
pidió que no le golpearan el estómago porque estaba embarazada.
“Si dices que tú fuiste te vamos a dejar ir” le dijeron, como no dijo
nada la llevaron a otro lugar, que ella presume era un cuarto, en este
lugar le quitaron su ropa y le tocaron todas las partes de su cuerpo,
uno de ellos la tiro al piso, y se puso sobre su cuerpo, ella les
empezó a gritar desesperada que no la violaran, entonces los golpeadores
le dijeron “No te vamos a violar si dices lo que nosotros queremos que
digas” entonces Rosa dijo “Sí”.
Después de ponerse la ropa, Rosa recibió instrucciones de que debía
declarar que ella secuestró a la joven Claudia Estefania y que había
pedido un rescate de 800 mil pesos.
Una vez afuera de este cuarto, Rosa escuchó la voz de Alfredo, de Pedro López y Juan Collazo, éste último primo de Alfredo.
Rosa fue trasladada a una celda, al otro día la llevaron a declarar, ahí
le pusieron una grabadora donde ella confiesa haber secuestrado a
Claudia Estefania, Rosa estaba acompañada por Juan Collazo, primo de
Alfredo y Alfredo, en este lugar, Rosa se enteró que Juan se “robó” a su
novia y que había pedido prestado a Alfredo su bodega, donde guardaban
la ropa para vender, para tener su luna de miel.
Claudia Estefania hija del tío del ex esposo de Rosa
Claudia Estefania resultó ser hija de Rafael Gómez Sántiz el tío del ex
esposo de Rosa, que le había advertido no andar con Alfredo.
Ni bien se había enterado del motivo que le había hecho vivir esa
experiencia, cuando fue esposada y trasladada por unos policías al
CERESO 5 de San Cristóbal de las Casas.
Antes de subirla a la camioneta que la llevaría al CERESO 5, los
elementos policiacos les dijeron “si dices que te golpeamos ya sabemos
donde vive tu mamá y tus hijos, ellos van a pagar”.
Rosa fue acusada de privación ilegal de la libertad en su modalidad de
plagio y secuestro y asociación delictuosa, junto con Alfredo, Juan
Collazo el novio de Claudia Estefania y a su vez primo de Alfredo y
Pedro López Jiménez, el 15 de mayo se le dictó auto de formal prisión,
el juez Guillermo Enrique Calvo Beutelspacher acreditó la flagrancia del
delito.
El defensor social, Rosalindo Moíses Díaz Vázquez aconsejó a Rosa y a
Alfredo sostener su supuesta culpabilidad, porque así habría la
posibilidad de que el juez les concediera “el perdón”.
Rosa pidió a su defensor social el careo con el tío de su esposo; el 14
de enero de 2009 el juez José Luis Jiménez Quevedo dictó la sentencia
definitiva, considerando como principal prueba la denuncia hecha por
Rafael Gómez Santiz.
Rafael señaló que entregó a Rosa y Alfredo en la plazuela de Mexicanos
una bolsa de plástico negra con 30 mil pesos, acompañado por su sobrino y
el comandante de la policía, el sobrino declaró en contra de Rosa,
Alfredo y Juan así como Claudia Estefania.
El testimonio de Rosa sobre su desconocimiento del trato de su marido
Alfredo y su primo Juan Collazo jamás fue tomado en cuenta; Juan Collazo
asegura que “robo” a la novia con consentimiento de ésta, “nosotros ya
éramos novios, pero el papá nunca me quiso, por ser pariente de Alfredo
el novio de Rosa”.
Rosa nunca tuvo acceso a un traductor de su lengua materna, el tsotsil,
fue sentenciada a 27 años, 6 meses y 17 días de prisión de acuerdo al
expediente 056/2007.
Nacimiento y muerte de su hijo en prisión
A los cinco meses de estar en prisión nació su sexto hijo, Natanael,
producto de su relación con Alfredo, debido a la tortura causada durante
su detención el bebé nació con parálisis cerebral, en un principio el
personal médico del Hospital no se percató de esta situación.
A los cuatro meses Natanael fue nuevamente revisado por el personal
médico ahí se percatan que el bebé tiene una bolita en la columna, esta
bolita se debió a que la columna del bebé se fracturó a causa de la
paliza que recibió Rosa.
Natanael fue criado por la madre de Rosa, sin embargo, después de
presentársela una complicación y después de andar de Hospital en
Hospital, un 26 de octubre del 2011, Natanael fallece.
“Mi hijo murió muerto en vida a los cuatro años y quince días de nacido,
yo no quería que muriera, tenía yo las ganas que si un día Dios me
regalaba la libertad, poder cuidarlo yo misma, pero ya no se pudo”, dice
Rosa, quien no pudo despedirse de su hijo.
Rosa fue operada de una hernia inguinal, después de varias denuncias por la falta de atención médica dentro del penal.
0 comentarios:
Publicar un comentario