lunes, 29 de octubre de 2012

BIODISEL, LA FARSA DE JUAN SABINES


El presidente Calderón acudió en 2010 a la inauguración de la Planta de Biodiesel en Tapachula. Foto: Especial / Reforma Tapachula.- Aunque durante su Administración el Gobernador de Chiapas, Juan Sabines, se ha empeñado en presumir que la entidad es pionera en la generación de bioenergéticos, especialistas coinciden en que todo ha sido una farsa.

Incluso la Planta de Biodiesel inaugurada en Tapachula en 2010 en un acto al que acudió el Presidente Felipe Calderón también formaría parte del presunto montaje del Mandatario estatal, de acuerdo con expertos.

A dos años de distancia, REFORMA comprobó en un recorrido por las instalaciones, en las que generarían bioenergéticos a partir de la jatropha curcas o piñón, que, al día de hoy, no hay actividad industrial alguna y sólo laboran en ellas cuatro personas.

"La planta no opera y está descompuesta. Los cuatro tanques estacionarios están vacíos", señaló un trabajador que pidió el anonimato.

Según el plan original, el biodiesel generado sería utilizado en la operación del autotransporte Tapachulteco, en Tapachula, operado por la empresa Sistema de Transporte Urbano de Tapachula (Situtap), y el Conejobús, en Tuxtla Gutiérrez, operado por el Sistema de Transporte Urbano de Tuxtla (Situsa), con una mezcla de 20 por ciento de biodiesel y 80 de diesel hasta llegar, paulatinamente, al 100 por ciento de combustible limpio.

Pero esto nunca fue así, aseguró un empresario del ramo aceitero que pidió no revelar su identidad debido, argumentó, a la "actitud represora de Sabines".

"El biodiesel que utilizaron tanto el Conejobús como el Tapachulteco durante su inauguración (en 2010) lo trajeron del centro del País, de una planta en Lázaro Cárdenas. No lo produjeron aquí en Chiapas", sostuvo.

Actualmente, sólo algunas de las 45 unidades con las que cuenta el Tapachulteco utilizan una mezcla al 5 por ciento, reveló una fuente del Situtap.

Aseguró que en dos años de operaciones, al menos el transporte Tapachulteco, nunca ha utilizado biodiesel al 100 por ciento, como se prometió.

La fuente del Situtap, que accedió a hablar a cambio de guardar su identidad, expuso que seis meses no utilizaron ni siquiera una gota de biodiesel por irregularidades en el proyecto de Reconversión Productiva, y porque los motores de los camiones comenzaron a tener fallas.

"Al menos una docena de vehículos comenzaron a sufrir fallas, debido a que la densidad del biodiesel provocó taponamientos en el motor, lo que elevó los costos en el mantenimiento, obligándolos a dejar de utilizar el bioenergético", afirmó.

Por su parte, un empresario y especialista en la producción de aceites vegetales dijo que si se considera que un Tapachulteco requiere al día 200 litros de combustible, en 45 vehículos serían 9 mil litros de combustible.

"Pero como, según el proyecto inicial, el 20 por ciento corresponde a biodiesel, estamos hablando de mil 800 litros de biodiesel diario. Es decir, que al mes se requerirían 54 mil litros de biodiesel para surtir a este sistema, energético con el que no se cuenta", aseguró el empresario.

Los propietarios de las rutas de colectivos en donde ingresaron los nuevos sistemas de transporte fueron obligados a cederlas y a convertirse en accionistas de las empresas operadoras bajo la promesa de contar con un sistema autosuficiente y rentable, reveló un accionista.

Dijo que para la constitución del Tapachulteco les garantizaron un mercado de 35 mil usuarios al mes, sin embargo, con esfuerzos se llegan a los 20 mil.

"La tarifa para un usuario general es de 5 pesos, pero si se considera que muchos son usuarios que pagan tarifas preferenciales como estudiantes y adultos mayores, el proyecto no es autosuficiente", afirmó el accionista.

El también especialista agregó que lo más burdo de la farsa fue el primer vuelo comercial en México presuntamente impulsado por bioturbosina en 2011.

Entonces, el Gobernador Sabines, quien formaba parte de los pasajeros que viajaron del DF a Chiapa de Corzo, aseguró que esto se logró gracias a que, en 2008, estableció en el Municipio de Cintalapa un huerto madre de piñón, del que se extrae la materia prima para el biocombustible.

Pero en 2011, durante un congreso nacional de cambio climático, Alejandro Álvarez Bejar y Nora Lina Montes, especialistas de la Facultad de Economía de la UNAM, revelaron: "Si las plantas se sembraron en 2008, no habría producción sino hasta 2013, pues las plantas necesitan cinco años para su crecimiento".


Prueba con aceite de rosticerías

Tras el fracaso en la producción de biodiesel en Chiapas a base de jatropha curcas o piñón, el Gobernador Juan Sabines intentó producir biodiesel con aceites de desechos de rosticerías de pollo y restaurantes, pero también fracasó.

En diciembre del 2011, el Congreso local le aprobó un decreto por el que se autoriza al Poder Ejecutivo "a través de Biodiesel de Chiapas la recolección de residuos sólidos derivados de las grasas animal y/o vegetal para la producción de biocombustibles".

En su artículo primero, el decreto establece que tiene como objetivo la recolección de residuos sólidos, específicamente la grasa vegetal y animal generada por restaurantes, mercados, centros de abasto, rastros públicos y cualquier establecimiento.

En la exposición de motivos, el Gobernador de Chiapas presume la necesidad de mayor participación de la iniciativa privada para las tareas de cuidado y conservación del medio ambiente como ha resultado la producción de biodiesel.

El artículo tres del referido decreto señala que los establecimientos que cumplan con el objeto del decreto serán beneficiados recibiendo estímulos fiscales en lo referente a la Licencia Sanitaria de Funcionamiento, sin embargo, los propietarios han sido amenazados para entregar sus desechos, reveló el propietario de una rosticería.

De acuerdo con un especialista, el proyecto del aceite de desecho también fracasó porque el Gobernador Juan Sabines no contaba con que la Planta de Biodiesel instalada en Puerto Chiapas no tiene la capacidad para procesar aceites sucios.

Es decir, un aceite de desecho requiere un proceso mayor para retirarle impurezas y limpiarlo, cosa que nunca contemplaron.

"El proceso para producir biodiesel a base de aceites de residuos es más complicado y costoso, porque las propiedades químicas son muy diferentes al de un aceite virgen, debido al proceso de calentamiento repetido y su contacto con los alimentos que se fríen.

"Por lo tanto, no es viable y mucho menos rentable. Chiapas fracasó en su intento de producir biodiesel", remató

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