El
profesor tzotzil dijo que quienes han cometido un crimen -como los acusados por
Acteal- son liberados y "a quienes como yo somos inocentes, el gobierno
nos mantiene encarcelados”.
Elio
Henríquez, corresponsal
Publicado: 14/03/2013 16:44
Publicado: 14/03/2013 16:44
San
Cristóbal de Las Casas, Chis. “La justicia está al revés, pues los que han
cometido algún crimen como los acusados por el caso Acteal son liberados y a
quienes como yo somos inocentes, el gobierno nos mantiene encarcelados”, afirmó
el indígena Alberto Patishtán Gómez, preso desde hace doce años, acusado de
haber participado en una emboscada que dejó siete muertos en junio de 2000 en
el municipio de El Bosque, por lo cual fue condenado a 60 años de prisión.
“No me
queda más que seguir luchando por la vía jurídica y política hasta lograr mi
liberación”, dijo al ser entrevistado en el penal de San Cristóbal, situado a
20 kilómetros de esta ciudad.
“Pareciera que hay que matar para salir de la cárcel”, reiteró Patishtán Gómez, en referencia a la resolución de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), que le permitió obtener la libertad ayer a Marcos Arias Pérez, acusado de haber participado en la masacre de 45 indígenas en la comunidad de Acteal, municipio de Chenalhó, el 22 de diciembre de 1997.
Recordó
que, en cambio, por tres votos en contra y dos a favor, la SCJN resolvió el
pasado 6 de marzo no reasumir la competencia para revisar su caso, y en su
lugar acordó que el Primer Tribunal Colegiado con sede en Tuxtla Gutiérrez sea
el que decida si procede o no el recurso interpuesto por medio de sus abogados.
Patishtán
Gómez, quien hoy fue visitado por personal del Centro Gandhi –escuela taller
para niños-, que funciona en la ranchería Alcanfores de esta ciudad, cuyos
habitantes le enviaron despensas y verduras, dijo que no sabe la fecha en que
se realizará la diligencia en la capital del estado en la que se definiría su
caso.
“Es la
última instancia y no pierdo las esperanzas de que el Tribunal haga algo por
esta injusticia, a pesar de que ya sabemos que la justicia está al revés”,
aseveró.
“No
podemos estar callados, tenemos que seguir exigiendo justicia porque parece que
nos quieren acabar en vida; iré hasta las últimas consecuencias”, subrayó el
indígena de 41 años.
En
entrevista telefónica, comentó que así como se ha hecho con los liberados en
los más de dos años recientes, con Arias Pérez se hará un convenio para
comprarle tierras y que no regrese a Chenalhó, con el fin de evitar problemas
con los familiares y compañeros de las víctimas.
“Hemos estado
luchando para que no haya confrontación porque en Acteal no quieren que
regresen, hay molestia de las víctimas, y el retorno de esta gente puede
ocasionar una confrontación o nuevos enfrentamientos. Por eso los hemos
invitado a que reflexionen y ellos, como lo han aceptado la mayoría, no quieren
tener problemas y han aceptado firmar el convenio y ser reubicados en otro
lugar fuera de Chenalhó”, aseveró.
“Estamos
al pendiente de que no vayan a Chenalhó, es una de las condiciones que se les
pone al darles la tierra; se les condiciona que no visiten ese lugar. Ya en
atención a la renuncia que ellos hacen, se les da un comodato por un tiempo
para lograr su arraigo y pasado un tiempo, cinco o seis años, se les podrá dar
la propiedad. Hemos tomado todas las medidas que puedan ayudar a que no se
vayan a confrontar”, remarcó.
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