martes, 19 de enero de 2010

INICIARA FAMILIA CHIAPANECA DESDE CERO TRAS EL SISMO EN HAITI

Perdimos todo, pero estamos vivos y bien: sobreviviente

Termina abruptamente su periplo de siete años en la isla
(Notimex) l Ya tranquilos por estar en un sitio seguro, los integrantes de la familia Sánchez Ortiz no ocultan su felicidad por llegar a México, donde si bien carecen de los bienes materiales que gozaban en Haití, tienen la fortuna de estar todos bien.
El jefe de familia, el ingeniero en Electrónica, Josué Sánchez Gutiérrez, originario de esta ciudad, su esposa hondureña, Fáhrida Ortiz, y sus hijos Victoria y Yarexi, están ahora muy contentos de sobrevivir a lo ocurrido, pese a haber perdido todo lo material.
Entrevistado en su domicilio provisional, en la colonia San Juan Sabinito en esta ciudad, donde su hermana le cedió un espacio, Sánchez Gutiérrez recordó sus inicios profesionales en esta capital en una empresa refresquera que primero lo asignó a Honduras y tiempo después a Haití.
Tras concursar por una plaza en esa empresa, el egresado del Instituto Tecnológico de Tuxtla Gutiérrez trabajó en la nación centroamericana que luego lo transfirió a Puerto Príncipe, capital haitiana.
Allá, dijo, vivió siete años, junto con su familia, y tenía una vida aceptable que se trastocó drásticamente el martes pasado, al grado de traerlo de vuelta a su país, donde tendrá que iniciar desde cero.
El entrevistado dijo que renació al haber salido ileso, junto con su esposa y dos hijas, del terremoto en Haití de lo cual está contento, pese a no tener de momento nada material.
Al recordar el sismo, señaló que el martes era un día normal como la mayoría de los que vivió allá los últimos siete años, pero todo cambió cuando empezó a temblar y se vino todo abajo; "yo sólo pensé en mi familia".
Sánchez Gutiérrez viajó a Haití en 2002 para trabajar en la transnacional que lo contrató para ocupar un puesto importante y que le permitió vivir decorosamente hasta el miércoles pasado.
"No vivía mal en Haití, pero lo he perdido todo, mi casa y mi trabajo, sólo salvé a mis hijas y mi esposa, en este momento, por apoyo de la embajada mexicana de México en Puerto Príncipe, regresé a Tuxtla Gutiérrez y vivo en la casa de mi hermana mayor".
El chiapaneco dijo que vivió en la localidad haitiana de Pechanvite, y sostuvo que la situación en aquel lugar es de preocupación, de tristeza.
Urge, apremió, una colaboración internacional, debido a la necesidad de rescatar los cadáveres, los lesionados y a quienes están bajo los escombros.
Mi preocupación es mayor porque si bien mi contrato laboral en Haití con la empresa termina hasta septiembre, no sé de mi futuro.
Además, prosiguió, "no tengo mis cuentas bancarias, todas se quedaron en Haití que hoy está devastado por un terremoto".
Y agregó: A pesar de ser de Chiapas no conozco a nadie, desde que egresé del Tecnológico Regional de Tuxtla Gutiérrez, concursé mi plaza en la empresa, viajé a Honduras y dejé de vivir aquí en la capital del estado.
Mi futuro es incierto en materia laboral, pero a pesar de todo, lo importante es que vivo junto a mi familia, concluyó este sobreviviente quien pese a perder todo lo material tiene la oportunidad de estar vivo y entero con los suyos, para iniciar de nuevo en su tierra natal.

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