“Asumo las consecuencias de mi determinación y
mantendré mi defensa en otras instituciones en las que sí creo”, dijo en un
comunicado.
Elio Henríquez, corresponsal
Publicado: 15/04/2012 18:30
Publicado: 15/04/2012 18:30
San Cristóbal de Las Casas, Chis. El ex gobernador Pablo Salazar
Mendiguchía, preso desde el 7 de junio pasado, se declaró en “desobediencia
civil contra la justicia sabinista” y decidió no presentarse en el juzgado a
rendir su declaración preparatoria sino hacerlo por escrito.
“Asumo las consecuencias de mi determinación y mantendré mi defensa en otras instituciones en las que sí creo”, dijo en un comunicado en el que manifestó que el octavo proceso penal en su contra iniciado la hace tres días es “un eslabón más de la despiadada e inhumana persecución del represor Juan Sabines (gobernador de Chiapas)”.
Agregó que su decisión se debe a que no cree “en los órganos de procuración y administración de justicia sometidas bajo su tiránico control, y por no prestarme al juego político de este demencial gobierno”.
Sostuvo que “en la nueva e infamante acusación de la cual me acusa el demencial gobierno de Sabines, se señaló, para el día de hoy (sábado 14 de abril) a las 11 de la mañana el desahogo de la diligencia de declaración preparatoria en el Juzgado primero Penal del Distrito Judicial Tuxtla – Cintalapa”.
Abundó: “Es patético en Sabines la combinación de su arrogancia con su incurable ceguera y sordera. No es posible que no haya uno solo de sus amigos –si los tiene-‐ que le diga que muy pronto él estará de este lado ante el cúmulo de evidencias de su escandalosa corrupción. No falta mucho”.
El exmandatario aseveró que “no es posible que la suma de todos sus miedos le siga diciendo que un solo hombre desde la cárcel, con ocho procesos encima, virtualmente incomunicado por teléfono, con restricciones a su visita ‐por demás violatoria de sus garantías‐ y segregado, le puede echar a perder o enredar su ya de por si enredado juego sucesorio, o lo que es peor, que desde mi encierro pueda ‘desestabilizar’ un estado del que Sabines ha pregonado como el más seguro, el más gobernable, el número uno en todo”.
Salazar Mendiguchía se preguntó: ¿A qué temer entonces en una entidad también gobernada por un estadista de la talla de Sabines? Es insostenible que a poco más de siete meses de que, al fin concluya su locura, me siga culpando de todo los males, y ahora, de todo lo que se cimbra bajo sus pies de barro, y que bien sabe, ya no podrá controlar ni con represión ni con dinero”.
Afirmó que “Sabines no es ni ha sido valiente. Solo es un hombre valiente aquel que es capaz de dominar sus miedos y lo que en Chiapas hemos padecido es la paranoia sexenal de su gobernante.
Paranoia, por cierto, que vive su fase terminal”.
Concluyó: “Estoy encarcelado por una sola razón: los miedos y rencores de Sabines. Que no le busquen”.
El ex gobernador (2000-2006) fue detenido el 7 de junio en el aeropuerto de Cancún, Quintana Roo, por el delito de peculado por 104 millones de pesos, al que se han sumado siete procesos penales más.
FUENTE: LA JORNADA
“Asumo las consecuencias de mi determinación y mantendré mi defensa en otras instituciones en las que sí creo”, dijo en un comunicado en el que manifestó que el octavo proceso penal en su contra iniciado la hace tres días es “un eslabón más de la despiadada e inhumana persecución del represor Juan Sabines (gobernador de Chiapas)”.
Agregó que su decisión se debe a que no cree “en los órganos de procuración y administración de justicia sometidas bajo su tiránico control, y por no prestarme al juego político de este demencial gobierno”.
Sostuvo que “en la nueva e infamante acusación de la cual me acusa el demencial gobierno de Sabines, se señaló, para el día de hoy (sábado 14 de abril) a las 11 de la mañana el desahogo de la diligencia de declaración preparatoria en el Juzgado primero Penal del Distrito Judicial Tuxtla – Cintalapa”.
Abundó: “Es patético en Sabines la combinación de su arrogancia con su incurable ceguera y sordera. No es posible que no haya uno solo de sus amigos –si los tiene-‐ que le diga que muy pronto él estará de este lado ante el cúmulo de evidencias de su escandalosa corrupción. No falta mucho”.
El exmandatario aseveró que “no es posible que la suma de todos sus miedos le siga diciendo que un solo hombre desde la cárcel, con ocho procesos encima, virtualmente incomunicado por teléfono, con restricciones a su visita ‐por demás violatoria de sus garantías‐ y segregado, le puede echar a perder o enredar su ya de por si enredado juego sucesorio, o lo que es peor, que desde mi encierro pueda ‘desestabilizar’ un estado del que Sabines ha pregonado como el más seguro, el más gobernable, el número uno en todo”.
Salazar Mendiguchía se preguntó: ¿A qué temer entonces en una entidad también gobernada por un estadista de la talla de Sabines? Es insostenible que a poco más de siete meses de que, al fin concluya su locura, me siga culpando de todo los males, y ahora, de todo lo que se cimbra bajo sus pies de barro, y que bien sabe, ya no podrá controlar ni con represión ni con dinero”.
Afirmó que “Sabines no es ni ha sido valiente. Solo es un hombre valiente aquel que es capaz de dominar sus miedos y lo que en Chiapas hemos padecido es la paranoia sexenal de su gobernante.
Paranoia, por cierto, que vive su fase terminal”.
Concluyó: “Estoy encarcelado por una sola razón: los miedos y rencores de Sabines. Que no le busquen”.
El ex gobernador (2000-2006) fue detenido el 7 de junio en el aeropuerto de Cancún, Quintana Roo, por el delito de peculado por 104 millones de pesos, al que se han sumado siete procesos penales más.
FUENTE: LA JORNADA
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