Si alguna duda quedaba sobre la conducta delictiva del flamante procurador Raciel Lopez Salazar ésta quedo despejada cuando el responsable de procurar justicia a los chiapanecos rindió informes falsos a una autoridad judicial. Ni mas ni menos.
Y también, si alguna duda quedaba en cuanto a la represión que desato desde el inicio de su gobierno Juan Sabines Guerrero, también quedo despejada con los pueriles intentos de mantener encarcelados a sus adversarios políticos.
En poco más de tres años de gobierno Sabines supero la cifra de víctimas que registro el perverso gobierno de su antecesor Pablo Salazar Mendiguchia. Con la diferencia de que este ultimo logro mantener tras las rejas hasta el último día de su gobierno a sus víctimas.
Lo contrario ocurre con Sabines pues muchos, la gran mayoría han salido libres de su cautiverio tras demostrar por medio de la presión social y jurídica su inocencia. Ejemplos sobran.
Y en cuanto a la cifra de campesinos e indígenas masacrados durante su violento sexenio también ya supero a la de Salazar Mendiguchia. Con la diferencia que los de Chinkultic fueron masacrados por su policía. He ahí el contraste entre ambos gobiernos perversos y represivos. Y para el colmo, el cobarde asesinato de Mariano Abarca Roblero, apunta a su gobierno.
Hasta la fecha Walter Leon Montoya permanece en prisión; sin embargo pronto podría quedar en libertad, hecho con el cual se reabrirían las investigaciones para dar con los responsables intelectuales de la ejecución del líder anti minero. En ese instante podría dar inicio el dolor de cabeza de Sabines .
Evidencias que involucran a su gobierno en este artero crimen, existen. Y estas se irán fortaleciendo conforme avance el juicio que se le sigue al ex dirigente de la canaco asi como al abogado y ex diputado local Horacio Culebro Borrayas.
A propósito el 30 de abril del 2010 se llevo a cabo la audiencia constitucional del amparo indirecto que promovió Culebro Borrayas. Quien sin pelos en la lengua señalo a Nemesio Ponce Sanchez de ser el autor intelectual de este cobarde homicidio.
Al abogado primero lo sindicaron de estar involucrado en la muerte de Abarca Roblero, sin embargo cuando señalo al poderoso subsecretario de gobierno como uno de los autores intelectuales del alevoso crimen, lo exoneraron e inmediatamente Raciel Lopez Salazar le invento un nuevo delito: ecocidio.
Durante el proceso penal, el gobierno Sabinista ha caído en una serie de contradicciones que poco a poco van marcando su participación en la ejecución de Mariano Abarca.
Por otro lado también se observa una clara inclinación de jueces federales por resolver a fin de que las victimas de Sabines continúen un tiempo más <>.
El ejemplo de la defensa que encabeza la propia víctima es decir Horacio Culebro Borrayas es ilustradora de lo que aquí sostenemos. El abogado y ex legislador local promovió un amaro indirecto contra el auto de formal prisión y se lo concedieron.
Después de analizar las pruebas aportadas por la autoridad responsable, el Juez Primero de distrito en el estado de Chiapas, Lic. Alejandro Jiménez López, resolvió:
LA JUSTICIA DE LA UNION AMPARA Y PROTEGE A HORACIO CULEBRO BORRAYAS.Sin embargo, el amparo es para efectos, es decir, que el juez federal ordena al juez mixto de primera Instancia del distrito judicial de Copainala. Verifique lo siguiente.
a) Deje en subsistente el auto de formal prisión del veintitrés de marzo del 2010, dictado en autos de la causa penal 62/2010 del índice del Juzgado primero del ramo penal, con sede en Cintalapa de Figueroa, Chiapas, que conoce en su auxilio.
b) Dicte una nueva resolución en la que deberá enumerar los elementos que conforman la existencia del delito de ecocidio, previsto y sancionado en los artículos 457, fracción IV y 458, fracción X, del código penal para el estado de Chiapas, atendiendo al contexto de los citados preceptos en estricto cumplimiento al artículo 19 constitucional.
c) Deberá verter los razonamientos que demuestren que la conducta que actualiza se adecua a la hipótesis que describen los artículos 457, fracción IV y 458 , fracción X del citado código punitivo para la entidad allegándose de las pruebas que específicamente evidencien dicha conducta, las cuales deberán estar debidamente valoradas conforme a la norma procesal aplicable razonando pormenorizadamente el porqué le asiste el valor que en su caso otorgue el juez de la causa.
d) Señalara con precisión en su caso, con qué medios de convicción quedo acreditado como se ocupo, usó, aprovechó o deterioró un área natural del estado de Chiapas; asimismo, con que prueba o pruebas quedó demostrado que el sujeto activo desmontó o destruyó la vegetación natural, cortó, arrancó, derribó, taló arboles, realizo aprovechamientos de recursos forestales sin contar con el permiso de la autoridad correspondiente.
e) De estar acreditados los elementos que integran el delito de ecocidio, analizar debidamente el cumulo de probanzas que obran en la causa , pero de manera específica, las que tiendan a demostrar esa participación a titulo probable, vertiendo argumentos propios que así lo demuestren sustentándose en los preceptos que en la codificación procesal resulten aplicables al valorar dichas probanzas.
f) Analice debidamente, si con el cumulo de pruebas que obran en la causa se desprenden la probable responsabilidad de HORACIO CULEBRO BORRAYAS, quedando demostrada las circunstancias de lugar, tiempo y modo de ejecución del delito. Realizando el análisis correspondiente acorde a las reglas de valoración que prevé el código de procedimientos penales para el estado de Chiapas.
¿Qué quiere decir lo anterior? Simple: que el Juez Mixto de primera instancia del distrito judicial de Copainala, es de consigna, ya que no motivó, y fundamentó el auto de formal prisión de Horacio Culebro Borrayas con lo cual queda claro que solo atendió la orden del gobierno de Sabines, mismo que una vez más queda expuesto a la condena social por su clara inclinación de encarcelar a sus adversarios políticos inventándoles delitos de manera perversa. Por otro lado las observaciones dictadas por el Juez Federal son suficientes para haberle otorgado a Culebro Borrayas el amparo liso y llano si partimos de que el amparo tiene por objeto restituir al agraviado en el pleno goce de la garantía individual violada, restableciendo las cosas al estado que guardaban antes de la violación, es decir, una sentencia dictada en un juicio constitucional no puede ser congruente, si en ella se sostiene que se ampara y protege para efecto de que la autoridad responsable corrija los errores que contenga el acto reclamado, puesto que la finalidad del amparo es la de invalidar el acto lesivo e inconstitucional, sin que la autoridad responsable este facultada para emitirlo nuevamente subsanando los errores u omisiones primarios, pues toda autoridad tiene una sola oportunidad de actuar desarrollando sus funciones, y es en ese preciso momento cuando debe observar las disposiciones constitucionales y legales propias de su investidura cumpliendo con todos los requisitos legales para que el acto respectivo no sea impugnado como inconstitucional a través del juicio de garantías.
Consecuentemente la resolución de amparo que mande subsanar los errores que contenga el acto reclamado, para convertirlo así en valido y constitucional, es ilógica y procede modificarla, ya que la función del juzgador federal es la de impartir justicia, analizando la actuación gubernativa y propendiendo a la implantación de la norma suprema del país.
Por cierto cobra fuerte el rumor de que jueces federales son sobornados pro el gobierno de Sabines a fin de dictar este tipo de resoluciones con el único fin de mantener encarcelados a sus adversarios políticos, ello en detrimento de una verdadera aplicación justa de la ley. Pero esto es tema aparte.
Finalmente mientras Sabines da rienda suelta a su perversidad, funcionarios de su gobierno, en contubernio con tala montes, devastan cientos de hectáreas de árboles en la selva lacandona. La evidencia es la denuncia del periodista Mario Ruiz Redondo, misma que se publica en este semanario.
Tomado del semanario: Dialogos del Sur
Semana del 17 al 22 de mayo de 2010.
Tuxtla Gutierrez, Chiapas. México
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