martes, 23 de julio de 2013

CRECE INCONFORMIDAD CONTRA ALCALDE TUXTLECO

El actual presidente municipal de Tuxtla Gutiérrez, ha perdido plenamente el sentido de la comunidad. Tal parece que nunca nadie le ha dicho que se vive y se aprende en la comunidad, que se vive y se aprende de la comunidad y se vive y se aprende para la vida en la comunidad.

Samuel Toledo Córdova Toledo - ese es el nombre del presidente municipal-, ha cometido en los últimos días una cadena de errores políticos, que no sólo lo alejaron de la ciudadanía, sino que ahora surgen cada vez un mayor número de voces que solicitan y reclaman su renuncia. Alejado de lo que son los compromisos sociales, promueve la privatización del Sistema Municipal de Agua Potable y Alcantarillado (SMAPA), bajo el supuesto de que el organismo se encuentra en quiebra, omitiendo con ello de que existen nombres y apellidos identificados como culpables de la quiebra de esa dependencia, a quienes en lugar de consignar, se busca exonerar con el mecanismo de la privatización; el malestar de la ciudadanía, ante ese hecho, se hizo presente y se empezó a gestar un movimiento civil de resistencia para oponerse a todo intento privatizador del agua, que representa un derecho humano, que el imberbe munícipe ignora que está violentado. La iniciativa para la privatización de SMAPA se encuentra en el Congreso Local para su aprobación, que puede darse en cualquier momento, lo que brindaría una bandera a la lucha ciudadana para iniciar una controversia en contra del Congreso y acentuaría el rechazo al presidente municipal y a los Diputados Locales. 

En medio de esta protesta ciudadana, a través de la Redes Sociales se hizo la denuncia de que el hijo del ex-gobernador Juan Sabines cobraba como aviador en el municipio; el presidente municipal, ante lo incontrovertible de la denuncia, pues se publicaron las nóminas, salió a defender lo indefendible y justificó la contratación del junior, lo que hizo explícito a los ojos de todos, de que él sirve a los intereses de Sabines y no a los intereses y demandas de los tuxtlecos.

Las protestas en las calles de Tuxtla, mostraron lo limitado que es Samuel Toledo. Ante su desesperación incurrió en la descalificación del movimiento, a quien llamó de oportunistas y llegó a la aberración de la agresión a un grupo de activistas, que levantaban firmas ciudadanas en la puerta del Congreso Local, que solicitan se someta a un referendo la decisión de privatizar o no, el servicio de agua en la ciudad.

Todos estos errores en el manejo político tienen contra la pared al presidente municipal, que dentro sus carencias, ignora que el único derecho que pierden los gobernantes, es el derecho de hacer a los ciudadanos enemigos personales, porque eso significa utilizar la fuerza del Estado para dirimir sus diferencias y eso significa abuso de poder de la autoridad.

En Chiapas tenemos una larga experiencia de lo que significa el abuso de poder de las autoridades. En los últimos sexenios hemos tenido especímenes políticos que nos han mostrado el perfeccionamiento de lo que son las dictaduras y la criminalización de la política. Samuel Toledo es heredero de esa dinastía de políticos, que ascendieron no por su capacidad sino por las relaciones personales con el gobernante en turno. Dicho en otras palabras, Samuel forma parte de la herencia nefasta de políticos que Juan Sabines dejó sembrado en Chiapas, para desgracia de los chiapanecos.

El alejamiento del presidente municipal con la ciudadanía presenta rasgos de irreconciliables. Su incapacidad, arrogancia y desprecio a las manifestaciones populares lo tienen en la picota. Los acontecimientos políticos señalan que Samuel Toledo ya perdió, aunque el agua no se privatice. Los ciudadanos en realidad no votaron por Samuel para que llegara a la presidencia, pues él nunca fue ni del PRI ni del Verde. Su candidatura fue resultado de una negociación entre Juan Sabines con Roberto Albores Gleason y Luis Videgaray, para cerrarle el paso a Bayardo Robles por el PRI y a Carlos Morales Vázquez, que era el candidato de Manuel Velasco por el Partido Verde.

Los resultados de la votación en Tuxtla Gutiérrez, que llevaron a Samuel Toledo a la presidencia, representa un fraude electoral que si se investiga a fondo se encontrarán elementos para desacreditar y deslegitimar el "arrollador" triunfo de Manuel Velasco en Chiapas.

El futuro político de Samuel Toledo está en el aire. Su orfandad política es extrema y corre el riesgo de que salga a la luz las irregularidades administrativas en las que incurrió en su paso en las distintas cinco secretarías que desempeñó en el anterior gobierno y arrastrar en su caída a más personajes ligados con el sabinismo.

Samuel Toledo representa hoy día una carga para el gobierno de Manuel Velasco, que empieza a percibir que la impericia con que se manejó la privatización de SMAPA, puede afectar la gobernabilidad de la ciudad y recibir un daño colateral en su gobierno. La renuncia del presidente municipal empieza a constituirse en una demanda ciudadana, que para el gobernador representa una clara oportunidad, para colocar a alguien de su plena confianza como presidente interino.

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